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Comienza en Washington lento descongelamiento del Tratado de Libre Comercio con Colombia

Comienza en Washington lento descongelamiento del Tratado de Libre Comercio con Colombia

22-4-2009

La secretaria de Estado Hillary Clinton reiteró en el Congreso que el TLC es de "alto interés para ambos países" y soltó elogios nunca antes escuchados de su boca para el presidente Álvaro Uribe.

"Los pasos que han tomado Uribe y su gobierno no solo para enfrentar a la insurgencia y los terroristas sino para limpiar la casa de los abusos que desafortunadamente sucedieron con los militares son muy impresionantes", dijo Hillary.

La Secretaria de Estado advirtió que todavía quedaban cosas por resolver y que eran objeto de discusión en estos momentos con su contra parte colombiana.

Por eso, la pregunta que ronda por estos días Washington y Bogotá es por qué decidió Barack Obama revivir el TLC con Colombia y qué tan en serio es su decisión de moverlo ante un Congreso de mayoría demócrata donde el tratado sigue siendo un tema espinoso.

EL TIEMPO conversó con algunos analistas para tratar de resolver esas interrogantes ahora que el TLC ha vuelto a estar de moda.

Lo primero, dice Michael Shifter del Diálogo Interamericano, es que Obama es "legítimo" cuando dice que quiere hacer del tema una prioridad.

Y por varias razones: Por un lado el Hemisferio y el mundo están pendientes de si E.U. pretende caminar por la senda del proteccionismo para contrarrestar la crisis económica. "Los tratados pendientes con Colombia y Panamá se han convertido en la prueba de fuego para determinarlo", dice Shifter.

Al ir a la Cumbre de las Américas y anunciar que moverá ambos responde a las inquietudes y cumple con algo que los líderes regionales como Brasil, México y Canadá le venían pidiendo.

Al mismo tiempo, no podía seguir dando la espalda en este tema a Colombia, un importante aliado en una zona del planeta cada vez más hostil a sus intereses. Sobre todo por que la negativa al tratado venía enrareciendo el clima de las relaciones bilaterales desde hace un tiempo.

Decir que han comenzado a trabajar en conjunto para hallarle un camino al TLC soluciona ese problema.

Pero una cosa es decirlo -y obtener los beneficios que eso trae- otra materializarlo -y pagar las consecuencias que también con lleva.

"Esto hay que enfriarlo un poco. Bajar las expectativas. Es positivo que se haya comenzado a discutir el tema pero estamos aún lejos. No veo que Obama tenga suficiente capital político para mover todos los temas que dice quiere mover", anota Shifter, cuyo centro es muy cercano a los demócratas.

El presidente, en estos tres meses que lleva en la Casa Blanca, ha indicado que quiere hacerlo todo: crisis económica, reforma a la salud, reforma migratoria, y ahora comercio.

Pero no todo podrá lograrlo y tendrá que escoger en donde invierte su capital político. Y el tema del comercio, especialmente el TLC con Colombia, no se ve alto en esa lista. De hecho es uno que le traería una dura batalla con las centrales obreras, que se oponen y un gran sector de los demócratas en la Cámara, empezando por la presidenta Nancy Pelosi.

Lori Wallach, directora de Public Citizen Global Trade Watch, le decía al diario Político en su edición de hoy que si Obama presenta el tratado estaría cometiendo el mismo error de Bill Clinton cuando empujó el NAFTA muy al comienzo de su mandato.

"La última vez que un presidente demócrata se metió con un tratado firmado por un Bush y odiado por la base de su partido, el resultado fue la destrucción del impulso político que traía y la luna de miel que necesitaba para mover la reforma a la salud al igual que la derrota de la mayoría demócrata en las elecciones de mitaca", dice Wallach.

Según esta analista, las palabras de Obama sobre Panamá y Colombia pueden ser solo "prudencia diplomática" para tranquilizar a estos países pero sin pagar el costo con el Congreso.

Shifter está parcialmente de acuerdo. "Obama es sincero cuando dice que quiere el tratado. Quizá se está oyendo la voz de Larry Summers -uno de sus más altos asesores económicos- que es de la teoría que E.U. no pude cerrarse al comercio y debe enviar señales en esa dirección. Pero la realidad política es muy complicada y esto puede tardar tiempo", sostiene.

Sobre todo por que depende la evolución de la crisis económica. Aunque puede se una falacia, en E.U. está extendida la percepción que el comercio se roba empleos y mover más acuerdos en estos momentos no contribuiría a la popularidad de Obama

El escenario más viable, para los expertos, es que este año se mueva el menos polémico TLC con Panamá -por que es más pequeño y no tiene los líos de violencia sindical que si tiene el colombiano- y se inicien "negociaciones" con Colombia que deben conducir eventualmente a su aprobación en un futuro próximo (2010). En esas negociaciones que son las arrancan la semana entrante con el viaje del ministro Luis Guillermo Plata. se establecerán ajustes y metas que, una vez cumplidas, servirán para contrarrestar la oposición de las centrales obreras y el sector anti comercio del Congreso.

Con esta estrategia Obama muestra que no es proteccionista y le da un espaldarazo a Colombia pero sin pagar aún el costo político de hacerlo.

SERGIO GÓMEZ MASERI - Corresponsal de EL TIEMPO, Washington


 source: El Tiempo