Dilma propone que el acuerdo Mercosur - UE contemple a Venezuela
Dilma propone que el acuerdo Mercosur - UE contemple a Venezuela
Por ASSIS MOREIRA Ginebra, 16-8-13
El Mercosur avisó a la Unión Europea que el acuerdo bi-regional de libre comercio precisará tener diferentes velocidades en la liberalización debido a su socio más reciente, Venezuela.
Formalmente, el Mercosur hizo saber hace algún tiempo a los europeos que Venezuela, que está en proceso de adhesión al Arancel Externo Común (AEC), necesitará un plazo mayor para abrir su mercado en el ámbito de un futuro acuerdo entre los dos bloques.
Sin embargo, prospera entre importantes negociadores el sentimiento sobre la importancia de la fórmula por la cual los miembros del Mercosur adhieren a un conjunto común de reglas en la negociación, pero adoptan compromisos de liberalización más rápidos o más lentos, algo posible inclusive con la falta de armonización del AEC. Esos negociadores consideran inevitable la flexibilidad, ante la persistente resistencia de Argentina a compromisos de apertura de su mercado.
En ese escenario, Brasil da señales en el Mercosur de que está dispuesto, si el vecino país “precisara”, a considerar formalmente la velocidad diferenciada. La idea es facilitar a los argentinos la protección por más tiempo de sus sectores sensibles y, al mismo tiempo, no impedir el acuerdo y perjudicar a los socios del bloque.
Lo que interesa a los europeos es el mercado brasileño, pero la UE no quiere ser vista como un factor que debilita al Mercosur. De esa forma, será el bloque del cono sur el que precisará formalizar la propuesta de velocidad variada.
“La importancia de esa fórmula es la llave para que se retomen de forma más seria las negociaciones UE-Mercosur”, dijo el profesor Alfredo Valladao, del Instituto de Estudios Políticos de París y presidente del consejo consultivo de la UE-Brasil, entidad que hace tiempo propuso alternativas para que la negociación saliera del impase. “Ahora el tema es si Argentina acepta que esa fórmula se aplique en el acuerdo con los europeos”.
En verdad, tanto la UE como el propio Mercosur tienen acuerdos con aplicación variada de liberalización de sus mercados. De acuerdo a los entendimientos que tiene el bloque con socios de América latina, como Colombia y Perú, cada miembro del grupo asumió un calendario diferenciado de reducción del arancel de importación. Igualmente en el acuerdo entre Mercosur e India, en la etapa final Paraguay se quejó de que no había obtenido nada. Los indios abrieron una cuota arancelaria para soja paraguaya.
Para la negociación con la UE, el Mercosur precisa completar su oferta de apertura del mercado. Uruguay tendría su propuesta, Brasil espera aprobar la suya el 28 de agosto en la Cámara de Comercio Exterior y Argentina avisó que entregará su oferta en septiembre. El Mercosur se reunirá para armonizar una propuesta, probablemente después de las elecciones legislativas de Argentina a finales de octubre.
Para tener una idea del interés por el acuerdo comercial en el Mercosur, basta ver un intento más modesto, con Canadá. Fue abierto un “diálogo exploratorio” que generó un recorrido posible para la negociación. Cada país se comprometió a analizar su interés. Hasta ahora, Brasil y Uruguay dijeron que están listos para negociar. En función del poco entusiasmo argentino, ahora el propio Canadá parece tener dudas.
Por otro lado, Paraguay busca ahora acelerar la negociación con la Alianza del Pacífico. De esa forma, cuando vuelva al Mercosur podrá también participar de otro acuerdo en la región.
