La guerra arancelaria debilita el rechazo de Francia al acuerdo UE-Mercosur
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Euractiv | 15 de abril, 2025
La guerra arancelaria debilita el rechazo de Francia al acuerdo UE-Mercosur
por Alice Bergoënd y Sofia Sanchez Manzanaro
París/Bruselas (Euractiv.com/.es) - La agresiva política comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su "guerra arancelaria", ha hecho que el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur esté quizás un poco más cerca, y que el rechazo de Francia al texto se esté debilitando lentamente.
El escepticismo en París se debe al temor a que el aumento de las importaciones agrícolas sudamericanas procedentes de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ) pueda amenazar al poderoso sector agrícola francés.
Pero ahora que la Unión Europea está inmersa en un conflicto comercial con Estados Unidos, destino principal de las exportaciones francesas , las tornas parecen haber cambiado.
Algunos destacados funcionarios franceses se están replanteando si un acuerdo con el Mercosur podría servir para incrementar las exportaciones francesas de alimentos y sacar provecho de nuevos mercados.
La Comisión Europea, por su parte, se ha embarcado en una ofensiva para forjar nuevas alianzas comerciales, al tiempo que los aranceles de Trump se suman al temor al riesgo de depender en exceso del comercio con China. Además de Mercosur, la UE ha sellado recientemente un acuerdo con México y quiere firmar otro este año con India, Indonesia y Tailandia.
Frente común entre Varsovia y París para frenar el acuerdo con Mercosur
Varsovia y París han hecho frente común en defensa de sus agricultores para tumbar el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, que consideran nocivo para sus intereses y califican de competencia desleal.
Vientos de cambio
Sobre el papel, respaldar el acuerdo con Mercosur debería ser fácil de "vender" para París, ya que eliminaría los elevados aranceles al queso y el vino franceses, abriendo un mercado de más de 270 millones de personas.
Sin embargo, el acuerdo también permitiría aumentar las importaciones más baratas de carne de vacuno, aves de corral y azúcar, razón por la cual los partidos políticos franceses han mantenido una postura contraria al Mercosur durante muchos años.
Bruno Bonnell, que dirige el plan de inversiones Francia 2030 en el gabinete del primer ministro, asegura que el acuerdo UE-Mercosur "constituye una oportunidad para las exportaciones" en determinados sectores agroalimentarios, pero es "un freno" para el desarrollo de otros.
Los sectores potencialmente afectados por las importaciones procedentes de Sudamérica "tienen una opción: especializarse", explica a Euractiv Bonnell, exdiputado del partido centrista Renacimiento, del presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Bonnell argumenta que los ganaderos franceses, principales productores de carne de vacuno de Europa, deberían centrarse en "mejorar la calidad" en lugar de "seguir produciendo vacas -en competencia directa con las brasileñas- que no tienen otra ventaja que ser idénticas".
Los vientos de un posible cambio también pueden estar soplando más allá del despacho de Macron en el Elíseo. El futuro canciller alemán, Friedrich Merz, comentó en una entrevista televisiva el pasado domingo que el presidente francés podría estar sopesando respaldar el acuerdo apostando por la línea que mantiene la UE, para ampliar el abanico de los socios comerciales del bloque.
"Está surgiendo una dinámica completamente nueva", comentó Merz. Macron "ve cómo está cambiando el equilibrio de poder en el mundo y que ahora los europeos necesitamos muy rápidamente socios en el mundo con los que podamos firmar acuerdos de libre comercio", subrayó el líder de la conservadora CDU (PPE).
Bruselas y París siguen enfrentadas
A pesar del cambiante contexto mundial derivado de la guerra arancelaria de Trump, la línea oficial de París aún no ha cambiado demasiado.
Francia quiere que se reabra el proyecto de acuerdo -que se cerró políticamente en diciembre pasado tras 25 años de negociaciones- para incluir salvaguardias más estrictas para proteger a los agricultores de la UE.
Sin embargo, eso no está sobre la mesa en Bruselas. Preguntado el lunes por la posibilidad de renegociar el acuerdo, Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión, respondió con un rotundo "no".
Una vez que se termine la redacción jurídica y las traducciones a las 24 lenguas oficiales de la UE, el texto se presentará al Consejo y al Parlamento europeos "antes del final del verano", añadió Gill.
El gabinete de la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, asegura que "no ha habido ningún cambio de postura" en París, aunque señaló que ha tratado el tema con su homólogo polaco -que también se ha opuesto al acuerdo en su versión actual- y tiene previsto mantener pronto conversaciones también con representantes italianos y austriacos.