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Tratados de Libre Comercio: México. Cómo salir de la sumisión corporativa

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Ding-Don: La gente derrumba la estatua de Diego de mazariegos, San Cristobal de las Casas, Chiapas, 12 de octubre de 1992. Así fue que varias organizaciones proclamaron su rechazo al recién anunciado TLCAN.Foto: Cortesía de Antonio Turok

GRAIN | Octubre de 2022

Tratados de Libre Comercio: México. Cómo salir de la sumisión corporativa

El gobierno mexicano está por reconfirmar la extensión del Acuerdo Global Unión Europea-México, aceptando la partición de los términos de los acuerdos según han insistido las instancias europeas que se debe hacer. Es tiempo de referirnos a la historia para entender la verdadera naturaleza de los TLC, estos instrumentos que se nos imponen país tras país en secreto y sin miramientos hacia la población.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte —firmado por Canadá, México y Estados Unidos— fue el primer tratado de libre comercio negociado por fuera del sistema multilateral (GATT/OMC). Entro en operación en 1994 y muy pronto se volvió el “modelo” de todos los otros.

La población mexicana sufrió devastadores efectos del TLCAN: pérdida de soberanía alimentaria debida a las importaciones baratas, privatización de semillas, pérdida de tierra y sustento, crimen, migración y polución crecientes, nuevas epidemias de obesidad, abusos laborales, etcétera.

Pero esta población aprendió una lección más abarcadora: que los acuerdos de libre comercio tuercen o desmantelan leyes, regulaciones y procesos legales con el fin de abrirle espacio a las corporaciones para operar. Este “desvío de poder”, es su función principal.

Para entrar al acuerdo, México ofreció “ventajas comparativas”: el desmantelamiento de las condiciones laborales y casi todas las regulaciones ambientales. ¿El resultado? Surgió la economía de las “maquiladoras” o “talleres de sudor” y se expandieron las cadenas de suministro transnacionales., que ahora dan cuenta de un 30-60% de todo el comercio global. Pese a las promesas de una “convergencia de salarios” y una “modernización” de las reglas laborales con el TLCAN revisado (ahora conocido como USMCA o T-MEC), la disparidad de las condiciones de trabajo entre México y sus vecinos del norte es enorme. A nivel ambiental hay por lo menos diez “zonas de sacrificio” donde la contaminación y la devastación son insoportables.

Partes de la Constitución mexicana que defendían los derechos comunitarios cambiaron con el TLCAN. Los artículos constitucionales referentes a condiciones laborales o a los derechos agrarios campesinos, se reformaron para obedecer los intereses de las corporaciones.

Cambiaron las leyes para privatizar la tierra mediante titulaciones individuales y la posibilidad de que gente extranjera adquiera territorios que antes eran colectivos. La naturaleza común de la pareja agua-tierra, tradicional en México fue desmantelada. las comunidades resisten, pero se disparó la migración como resultado del acaparamiento de tierra desatado por la minería, las compañías agroindustriales y de energía.

No hubo reformas que respondieran a los intereses de las comunidades locales.
La solución de controversias se mudó de las cortes públicas al arbitraje privado. El TLCAN creó también nuevos derechos para que las compañías pudieran desafiar las regulaciones y las leyes nacionales mexicanas. A las comunidades no se les conceden estos derechos ni poderes.

Desde 2007, la ley de semillas cambió lo que la gente en el campo y las comunidades indígenas han hecho por milenios —cuidar, mejorar, reproducir y compartir sus semillas— en un crimen. Sólo se beneficia la industria semillera.
En 2011-2014, se organizó la intervención del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) para explicar e impugnar estos impactos desde el punto de vista de la gente afectada.

Miembros del jurado en la preaudiencia de Políticas de exterminio contra el pueblo maya, Maní Yucatán: Luis Macas, Ernestina López Bac, Sylvia Marcos, Carlos Vicente, Gloria Muñoz, Andrés Carrasco, Sara López y Raúl Lugo, noviembre de 2013. Foto: Tribunal permanente de los Pueblos, Capítulo México

El Tribunal examinó el papel del TLCAN, como plano maestro para cambiar los términos de referencia de las relaciones de comercio, cooperación e inversión, y eventualmente toda la red de relaciones entre los gobiernos, y entre éstos y sus poblaciones. En el relato colectivo que fue el resultado final del Tribunal, la gente que fungió como jurado reafirmo que los TLC eran promovidos por su potencial de sojuzgar las estructuras legales nacionales e internacionales por los intereses económicos de las corporaciones. El resultado es la sumisión del derecho a los poderes corporativos prácticamente en todas partes.

El Tribunal encontró que como resultado de este “desvío de poder” provocado por el TLCAN y por todos los subsecuentes tratados comerciales, la población mexicana no puede responsabilizar a su gobierno plenamente. Y la gente que resiste es sometida a represión, que entraña hostigamiento, cárcel, desaparición forzada o asesinato.

Tras 28 años de operación del TLCAN y tras diseccionar sus efectos durante los tres años de reflexión colectiva de miles de personas, organizaciones y comunidades implicadas en el proceso del TPP, existe fuerte evidencia para insistir en que los acuerdos de comercio e inversión son instrumentos de “desvío de poder” de las comunidades afectadas a las salas de consejo empresariales. Esto es lo que nos enseña la experiencia del pueblo de México.

La conclusión es que reformar estos acuerdos no es la respuesta. Necesitamos abolirlos si hemos de salirnos de la sumisión corporativa.

Debemos insistir que en particular, “el liderazgo colectivo de la resistencia de los pueblos originarios, basada en una política y una visión anti-coloniales ofrece esperanza y posibilidades de zafarnos del reformismo liberal pragmático”, como ha dicho bilaterals.org. “Es crucial comprometernos con una organización de largo aliento que pueda llevarnos a un cambio sistémico [...] Pese a la represión y criminalización de los movimientos sociales en curso, la disrupción y distracción causada por los populistas de derecha y los centristas neoliberales de todo el mundo, nos abre espacio para ser audaces para proponer eso por lo que estamos luchando. Necesitamos una imaginación política radical”. [1]

Hemos producido un relato/estudio detallado del TLCAN y su eterna ola de tratados y acuerdos, sus efectos y las herramientas que nos permitan analizar y resistir los impactos de los TLC.

Lean más y encuentren plataformas para la acción (pdf)

Notas:

[1bilaterals.org, "¿Qué responderán los movimientos sociales a las políticas comerciales actuales?" https://www.bilaterals.org/?que-responderan-los-movimientos


 Fuente: GRAIN