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Acuerdos comerciales europeos: con la cara lavada pero siguen sucios

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Photo: ARC2020

En 2024, bilaterals.org celebra su 20º aniversario. Durante este tiempo, bilaterals.org ha servido de plataforma en línea colaborativa y abierta de apoyo a las luchas contra los acuerdos de libre comercio e inversión en todo el mundo, y campañas contra el RCEP, el TPP, el mecanismo ISDS, entre varias otras.

Para conmemorar la ocasión, publicamos una serie de cinco artículos escritos por los movimientos y activistas que han estado en el centro de estas campañas todo el tiempo. Los artículos pretenden hacer balance de lo sucedido en los últimos 20 años y mirar hacia adelante, hacia la resistencia contra los acuerdos de libre comercio en los años venideros. Comparten experiencias de África, Asia, Europa y América Latina, conectando a las diferentes luchas.

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Acuerdos comerciales europeos: con la cara lavada pero siguen sucios

por Lora Verheecke | 18 de noviembre, 2024

ISDS. Las siglas y los acrónimos son comunes en los círculos políticos de la Unión Europea (UE). ISDS son las siglas en inglés para un mecanismo judicial injusto que las instituciones europeas le otorgaron a sus corporaciones multinacionales, en lo que se conoce como Resolución de Disputas entre Inversionistas y Estados. Es un privilegio para que los grandes negocios demanden a los países por grandes sumas de dinero, sobre todo si son del Sur global. Más y más el comercio se ha ido “politizando” en la Unión Europea a lo largo de los últimos diez años. Pero la respuesta de las instituciones europeas no ha implicado un cambio de curso sino solamente un cambio de discurso, con cambios menores, y con campañas importantes en las relaciones públicas.

Cuando llegué a Bruselas hace diez años, me tomó un tiempo entender la sigla de ISDS, en el régimen mercantil de la UE, ya no digamos explicársela a mi abuela. Unos años después el Comisionado Europeo dijo que ISDS se habían vuelto las siglas más tóxicas. El sitio bilaterals.org ayudó a mostrar la toxicidad de estas siglas, en particular con su sitio electrónico Plataforma de ISDS. Ésta le dio a activistas de muchos tipos un colector que reúne noticias e información de contexto, para que nos aseguremos de ser relevantes siempre. Y hemos sido relevantes y activas como organizaciones y personas.

En Europa, cuando la Unión Europea y Estados Unidos comenzaron a negociar un acuerdo de comercio que implicaba ISDS, la movilización de la sociedad civil se disparó y se esparció ampliamente, entre los Estados miembros, en diferentes formas: manifestaciones, acciones de manifestación divertidas.

En paralelo, las multinacionales canadienses y europeas estuvieron cabildeando para obtener un acuerdo de comercio entre Canadá y la UE desde 1999, hasta que lo lograron en 2017 con las siglas en inglés de CETA (acuerdo de comercio entre Canadá y Europa).

Los funcionarios de comercio y las multinacionales han colaborado estrechamente en pos de dos acuerdos comerciales que contengan ISDS. Pero la movilización descarriló su primer proyecto. El acuerdo de comercio entre la UE y Estados Unidos se abandonó, y el acuerdo entre Canadá y la Unión Europea apenas se ha aplicado provisionalmente, con un ISDS reformado que no ha entrado en vigor aún.

Lo que logró la movilización fue importante, clave: quebró el discurso hegemónico de la Comisión de la Unión Europea en lo relativo a los acuerdos comerciales. El movimiento social mostró que estos acuerdos en realidad son el proyecto de las multinacionales europeas. Pero la respuesta de las instituciones de la UE también fue crucial: la UE le lavó la cara con aromas verdes a sus tratados de comercio. Reformó ligeramente su ISDS y le cambió la sigla. Le añadió un capítulo “más fuerte” relacionado con el desarrollo sustentable. Esto último no cambia la tendencia mercantil del acuerdo. El tratado de libre comercio entre Nueva Zelanda y la UE dice que los países europeos importarán bienes agrícolas desde el otro extremo del planeta, aunque puedan producirse en casa. Pero la Comisión Europea se las ha arreglado para ganarse a sectores de la sociedad civil con éste su nuevo capítulo sobre desarrollo sustentable. Algunos actores miran la reforma como un cambio real, otros lo miran como un cambio cosmético, diseñado para hacernos creer que se pueden hacer cambios en los tratados de comercio.

Diez años después, hoy, la UE sigue negociando acuerdos comerciales importantes. Aunque estos acuerdos no impliquen a dos pujantes mercados desarrollados, la UE sigue promocionando los intereses de las grandes corporaciones por todo el mundo. Recientemente, la UE aprobó su tratado comercial con Chile, con un objetivo central en mente: importar más minerales para las multinacionales europeas, en especial para las industrias de defensa, la industria automotriz y la industria digital (piensen en vehículos eléctricos para la llamada “transición energética”). Para los movimientos sociales europeos, es importante recordarles de los peligros del extractivismo, ya que hace ya mucho tiempo que las minas en suelo europeo están cerradas. Entonces de nuevo el sitio bilaterals.org es útil para los movimientos europeos. Nos recuerda, a la gente de Europa y en realidad a la gente de los otros continentes, que debemos dejar de pensar a Europa como el centro del mundo. También le ayuda a los movimientos sociales europeos a descarrilar, a contrarrestar y a desentrañar la narrativa de las instituciones y grupos de cabildeo en la Unión Europea.

Hoy, puedo hablarle a los “expertos” y representantes de las instituciones europeas usando muchas siglas y acrónimos (¡qué afortunada soy!). Quienes toman las decisiones en Europa pueden estar cambiando el rumbo debido a la presión social, pero sus objetivos se mantienen intactos, y su mandato es claro: representar los intereses de las corporaciones transnacionales europeas. Ayuda que utilicemos muchos canales, especialmente bilaterals.org, para alertar al público por todo el mundo. Debemos mostrar que los actores económicos más fuertes siguen saliéndose con la suya en los corredores del poder de la UE, en un momento en que necesitamos que el planeta y la gente más vulnerable le quiten el poder a estas corporaciones.


 source: bilaterals.org