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Francia se opone al acuerdo con Mercosur, pero no descarta negocios alternos con América Latina

Por Juan Pablo Lucumí | 20 de febrero de 2024

Francia se opone al acuerdo con Mercosur, pero no descarta negocios alternos con América Latina

En un acercamiento a las principales economías de la región, el canciller francés visitó Argentina y espera llegar a la potencia latinoamericana, Brasil. El Gobierno del presidente Emmanuel Macron ha dicho que, independientemente de lo que suceda con el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, al que se opone firmemente, no hay que descartar el potencial comercial que tiene América Latina y que encontrarán los métodos para lograr negociaciones en el futuro. Además de hablar de la guerra en Ucrania y la desaparición de las democracias en algunos países latinoamericanos, el canciller francés fue insistente en que una ausencia de acuerdo comercial “no cierra la puerta a otras cosas en materia de intercambios importantes y cooperación”.

Precisamente, para seguir hablando de este tema, a Séjourné todavía le quedan dos días más en Brasil para discutir con sus homólogos en la reunión del G20 en Río de Janeiro.

Un escenario que incluso servirá de preparación a la visita a Brasil por parte de Emmanuel Macron, programada para finales de marzo.

¿Por qué un acuerdo distinto?

El documento comercial UE-Mercosur, negociado por varios años y que aún no concluye, cuenta con un largo listado de diferencias entre los países de ambos continentes.

Del lado europeo, se alega que las prácticas ambientales y los procesos que se usan en las industrias latinoamericanas no se ajustan a las regulaciones del bloque de los 27.

Mientras que para los países del continente americano, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y la recién anexada Bolivia, las exigencias de la UE están por fuera del rango alcanzable. Además, para algunos dirigentes del bloque Mercosur, el acuerdo supone una “pérdida de tiempo”, tal como lo ha dicho Javier Milei a la prensa local.

Entretanto, al interior de Francia, el rechazo por la posible consolidación del acuerdo se ha extendido por todo el país.

Con acuerdo o sin él, Francia, la segunda economía europea, desea aprovechar el potencial comercial que representa la región latinoamericana y planea desarrollar pactos en los que se pueda hacer realidad esta intención.

En su primer viaje a América Latina, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Stéphane Séjourné, pudo conversar con el presidente de Argentina, Javier Milei, y puso sobre la mesa la apertura de lo que llamó un “diálogo constructivo y una cooperación” con la región.

"Encontraremos otros elementos de discusión. Tenemos trabajo bilateral sobre cooperación política, sobre cooperación cultural, sobre los elementos de inversión en Argentina que deben ser vistos con nuestros líderes políticos europeos, Francia obviamente, y nuestras respectivas embajadas, y sobre este tema, seguiremos trabajando”, dijo Séjourné desde Buenos Aires.

Además de hablar de la guerra en Ucrania y la desaparición de las democracias en algunos países latinoamericanos, el canciller francés fue insistente en que una ausencia de acuerdo comercial “no cierra la puerta a otras cosas en materia de intercambios importantes y cooperación”.

Precisamente, para seguir hablando de este tema, a Séjourné todavía le quedan dos días más en Brasil para discutir con sus homólogos en la reunión del G20 en Río de Janeiro.

Un escenario que incluso servirá de preparación a la visita a Brasil por parte de Emmanuel Macron, programada para finales de marzo.

¿Por qué un acuerdo distinto?

El documento comercial UE-Mercosur, negociado por varios años y que aún no concluye, cuenta con un largo listado de diferencias entre los países de ambos continentes.

Del lado europeo, se alega que las prácticas ambientales y los procesos que se usan en las industrias latinoamericanas no se ajustan a las regulaciones del bloque de los 27.

Mientras que para los países del continente americano, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y la recién anexada Bolivia, las exigencias de la UE están por fuera del rango alcanzable. Además, para algunos dirigentes del bloque Mercosur, el acuerdo supone una “pérdida de tiempo”, tal como lo ha dicho Javier Milei a la prensa local.

Entretanto, al interior de Francia, el rechazo por la posible consolidación del acuerdo se ha extendido por todo el país.

El país inició un 2024 con una fuerte presión del sector agrícola en las calles y, aunque desde el Gobierno se han considerado avances en las discusiones con la Unión Europea y las mismas instituciones francesas, para los ciudadanos del sector no es suficiente.

"Lo que queremos hoy es que dejen de hablar y empiecen a actuar. Decir ’los queremos’ está muy bien, pero queremos que lo demuestren a través de acciones concretas, a través de la legislación”, dijo este martes Laurent Depieds, presidente de FRSEA PACA (sindicato de agricultores franceses del sureste de Francia).

"Sí, en este momento todavía estamos enojados porque no creemos que las cosas vayan lo suficientemente rápido, aunque sabemos que no todo se puede resolver de la noche a la mañana. Queremos mantener la presión hasta el salón de este fin de semana para hacernos oír y comprender que estamos en un verdadero punto de inflexión en la agricultura", defendió Laurent Israelian, secretario general de ‘Bouches du Rhône FNSEA’ (Sindicato de agricultores franceses, sureste de Francia).


 source: France24