Se dictamina que Corea del Sur debe pagar US$216,5 millones a Lone Star en un juicio entre inversores y Estado
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Yonhap | 31 de agosto, 2022
Se dictamina que Corea del Sur debe pagar US$216,5 millones a Lone Star en un juicio entre inversores y Estado
Seúl, 31 de agosto (Yonhap) — Un tribunal internacional ha ordenado a Corea del Sur pagar 216,5 millones de dólares a la firma estadounidense de capital privado Lone Star Funds, poniendo fin a una batalla legal de décadas por las afirmaciones de la firma de que sufrió pérdidas masivas debido al retraso de Seúl en aprobar un acuerdo lucrativo, según han dicho, este miércoles, funcionarios surcoreanos.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), con sede en Washington, pronunció el veredicto en la demanda de solución de controversias entre el inversor y el Estado, que fue presentada por Lone Star, en 2012, para exigir 4.680 millones de dólares en compensación del Gobierno surcoreano.
La decisión es vista como una victoria para Corea del Sur, ya que la cantidad es solo el 4,6 por ciento de lo que exigió Lone Star.
La compañía, con sede en Texas, alegó que su plan de 2007 de vender una participación de control en el ahora desaparecido Korea Exchange Bank (KEB) al gigante bancario mundial HSBC fracasó porque las autoridades de regulación financiera de Seúl retrasaron la aprobación del acuerdo.
Lone Star, que adquirió la participación en KEB por 1,38 billones de wones (1.020 millones de dólares) en 2003, planeaba vender la participación a HSBC por alrededor de 5,94 billones de wones (4.400 millones de dólares), pero terminó vendiéndosela al Grupo Hana Financial, con sede en Seúl, por alrededor de 3,9 billones de wones (2.889 millones de dólares) en 2012.
Lone Star afirmó que Corea del Sur retrasó deliberadamente la aprobación del acuerdo y privó a la empresa de un trato justo y equitativo y otras protecciones garantizadas en el tratado de inversión.
Corea del Sur rechazó las acusaciones, afirmando que trató a Lone Star de forma equitativa y justo, como en los casos de entidades locales, conforme con las leyes internacionales y las regulaciones locales.
El Gobierno surcoreano también ha sostenido hubo motivos legítimos para retrasar el acuerdo con HSBC, señalando que cuestiones legales que involucran a la firma estaban sucediendo en aquel entonces, incluidas acusaciones de manipulación de acciones en el curso de la adquisición de la unidad de tarjetas de crédito de KEB por parte de Lone Star.
En otro asunto, Lone Star afirmó que las autoridades fiscales locales aplicaron estándares inconsistentes, tratando de reembolsar los impuestos que pagó por las ganancias de la venta de sus activos, porque técnicamente las filiales establecidas en Bélgica o Luxemburgo fueron las que llevaron a cabo las transacciones.
La compañía afirma que debería quedar exenta de impuestos bajo tratados de inversión que Corea del Sur tiene con naciones europeas. Sin embargo, Corea del Sur dice que las filiales son empresas fantasma y no deben ser protegidas por los tratados de inversión.
Es poco probable que la decisión del CIADI sea revertida, aunque hay un proceso para buscar su cancelación, según expertos legales.
Se espera que el último fallo aseste un golpe a Corea del Sur, que, actualmente se encuentra involucrada en otros cinco arbitrajes de controversias entre inversor y Estado.
El fallo fue observado de cerca en Corea del Sur, no solo por la cantidad de dinero involucrada, sino también por la presunta participación de varios funcionarios de alto rango en activo.
Este año, surgieron acusaciones de que el primer ministro surcoreano, Han Duck-soo, recibió un total de 150 millones de wones (111.119 dólares) entre noviembre de 2002 y julio de 2003 como asesor del bufete de abogados local Kim & Chang, que representó a Lone Star en aquel entonces.
El ingreso y salida de Lone Star en Corea del Sur ha sido objeto de críticas en el país asiático, en medio de la percepción pública generalizada de que la empresa obtuvo enormes beneficios aprovechando las dificultades económicas del país a raíz de la crisis financiera asiática, a fines de los años 90.